La quinta jornada de SPSAS comienza con el análisis de Philip Fearnside sobre los efectos del cambio climático en la Amazonia, como el aumento de la temperatura, la disminución de las precipitaciones y el aumento de la mortalidad de los árboles. Según el investigador, el mayor impacto viene dado por el aumento de la duración de la estación seca, que afecta a la resiliencia del bosque: éste tarda cada vez más en recuperarse de estos periodos secos, cada vez más largos e intensos.
La gran preocupación es que el bosque alcance el punto de no retorno (punto de inflexión). Según el investigador «este punto no está definido, algunos investigadores dicen que el 40% del bosque, otros que el 20-25%. La cuestión central es que ir más allá de este punto afecta no sólo a la propia Amazonia, sino a todo el clima mundial».
Para Fearnside, las mayores amenazas inmediatas para la Amazonia son la reapertura de carreteras (como la reconstrucción de la BR 319 entre Manaos y Porto Velho) y la implantación de presas hidroeléctricas (hay planes para construir tres presas en la región en los próximos años). «Tenemos que entender que el próximo año tendremos un congreso aún más ruralista que el actual, necesitamos seguir de cerca estos planes para no permitir que se afecten áreas de poblaciones tradicionales y protegidas», concluye el investigador.
La segunda ponencia corrió a cargo de Thiago Motta Cardoso, de la UFAM, que presentó un panorama histórico de las políticas de conservación de las áreas protegidas y los territorios indígenas en Brasil, haciendo hincapié en el período comprendido entre 1974 y 1985, en el que se produjo un auge en la creación de áreas protegidas. «Este gran número de unidades creadas puede entenderse como parte del proceso geopolítico militar de ocupación de la Amazonia, las áreas protegidas forman parte de esta planificación», explica el investigador, «por eso es importante entender la historia: si hoy estas áreas se ven como antagónicas al actual proyecto de desarrollo, en el momento en que fueron creadas formaban parte del actual proyecto».
Cardoso también llama la atención sobre la aparición de las Reservas Extractivas en la década de 1980 y la creación de la Alianza de los Pueblos de los Bosques. Para el investigador, el avance del ecologismo nacional e internacional fue importante para el avance de la creación de áreas protegidas, especialmente unidades de uso sostenible y reservas indígenas. Sólo a partir de la Constitución de 1988 los indígenas salen de la tutela del Estado y pasan a ser sujetos de derecho, lo que fortalece la lucha indígena.La gran pregunta que dejó Cardoso a los participantes de SPSAS Amazonia fue: «¿Cómo proteger cuando la regla es destruir? En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (UNCTAD), se abordan las construcciones y deconstrucciones de las políticas ambientales e indígenas en el país.
La relación entre biodiversidad y enfermedades infecciosas fue el tema del investigador Marcus Lacerda, del Instituto de Investigación Clínica Carlos Borborema. Las zonas de puertos y estuarios y la agricultura basada en el monocultivo son dos de los principales vectores de propagación de enfermedades en la región. La malaria, por ejemplo, aumenta en zonas con proyectos de desarrollo que no hacen referencia al lugar. Para el investigador, dos aspectos son esenciales para pensar la dinámica de las enfermedades infecciosas en la Amazonia: la pluralidad de las poblaciones que la habitan y los ciclos económicos de la región.
Y para finalizar la jornada, Marlúcia Bonifácio Martins presentó el Museo Goeldi y su importancia para la investigación en la región amazónica, llamando la atención sobre la importancia de la comunicación científica y de las colecciones científicas en la institución.
Acerca de la Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada AMAZONIA Sostenible y Inclusiva
La Escuela São Paulo de Ciencia Avanzada AMAZONIA Sostenible y Inclusiva nació centrada en la Amazonia desde una perspectiva transdisciplinar. Durante dos semanas se abordarán cuestiones sobre el territorio amazónico, sus habitantes y los protagonistas de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. «Creamos la escuela para ofrecer una visión de las distintas dimensiones de la Amazonia, pero sabemos que aún hay lagunas, como la seguridad alimentaria y la salud», explica Carlos Joly, coordinador de la escuela. Las cuestiones sanitarias y alimentarias eran poco
Los participantes se organizarán en grupos y desarrollarán temas afines entre sí. «La propuesta es co-construir temas que se traten en la escuela y que sean de interés para los participantes», explica Joly. Al final, el material escrito se transformará en un libro electrónico.